Cinco años en la universidad me dieron ese título. Dos años en un medio. Pasión por la actualidad. Más de cien visitas diarias a los portales. Noticias, noticias, noticias. Un espacio para comentar la actualidad. Bienvenidos.

lunes, junio 25, 2007

Pago a la fuente

El jueves pasado, la noticia de la captura de Rafael Maureira Trujillo, alias "Sakarach", quien escapó de Chile tras ser sentenciado a 20 años de cárcel por abusar de menores de edad, llenó los portales, diarios y canales de TV. Por más de tres meses, este personaje se paseó por Chile, Bolivia y Paraguay, para llegar a Brasil, lugar desde donde se espera su expulsión.
El caso de "Sakarach" se ha caracterizado por ser altamente mediático, especialmente porque la red pederasta que lideraba (Paidós) fue desarticulada gracias a un reportaje del programa Contacto, de Canal 13 realizado en el 2002 (el reportaje acá) . Luego, cuando Maureira fue dejado en libertad provisional (hace un año), todos vimos por TV cómo la madre de dos de sus víctimas descargaba toda su rabia en contra de él; y nos enteramos por la prensa que quería la castración química.
Ahora, su detención en Florianópolis no ha estado exenta de cobertura, con enviados especiales y enlaces en directo. Y es así como nos encontramos con esta noticia:
La noticia nos dice que un periodista logró ponerse en contacto con el pedófilo -detenido e incomunicado en un cuartel de Florianópolis- y que éste le solicitó un abogado a cambio de contarle "toda la historia". La ética profesional nos indica que en asuntos de relevancia pública está totalmente prohibido pagarle a la fuente y en este caso es aún más delicado, puesto que el "pago" sería intervenir en el normal desarrollo de los acontecimientos. "Sakarach" debe cumplir condena en Chile por los delitos que se le imputaron y, creo, deberá dar explicaciones a la justicia por su fuga. No me parece necesario pagarle para obtener su versión de los hechos, sería totalmente injusto para sus víctimas, y esa información de todos modos se puede obtener sin entregar nada a cambio.
Si llegasen a acceder, sería un atentado más a la tan vapuleada ética periodística. Una lástima.

viernes, junio 15, 2007

¿Realidad?

Entre la lluvia, los paraderos inundados, la ola polar y la enfermedad de la hija de la presidenta Michelle Bachelet, me decido a escribirles sobre televisión a raíz de dos acontecimientos ocurridos con menos de una semana de diferencia (ojo que dije "televisión", no farándula, entonces si quieres leer sobre el "escándalo" Coté López-Pinigol, estás en el lugar equivocado, i'm so sorry).

El lunes amanecimos con la siguiente noticia:



El animador de TVN se vistió de mujer para entrevistar a la travesti argentina Florencia de la V y al transformista chileno Arianda. Según sus palabras, "tenía la opción de hacer la clásica entrevista o algo más vivencial. Entonces me pareció interesante, para poder tener un código en común, entender cómo vive una travesti, un transformista, experimentando en mí", como consignó el diario La Cuarta. Entonces, Camiroaga se depiló piernas y pecho, afeitó su cara, se maquilló y vistió como mujer para estar dos horas en un set de televisión con una travesti que hace lo mismo que él todos los días y con un hombre que se pone vestidos y peluca para ganarse la vida.

Y el jueves, otra noticia similar:


La conductora del reality de gordos "Cuestión de Peso" se "puso" varios kilos más (con traje de esponja, maquillaje y peso especial) para saber qué siente y vive un obeso mórbido durante 24 horas. Warner trató de comprarse ropa, encontrar trabajo y vivió en carne propia (¿o esponja propia?) lo que es la discriminación que sufren los obesos, algunos de los cuales son participantes de su programa.

¿Vestirte de mujer siendo heterosexual y ponerte un disfraz de gordo por un día es vivir la realidad del otro? ¿Es empatizar? Esto me genera muchas dudas, puesto que es la típica diferencia que hay entre ser y parecer. Jennifer Warner puede haber sido discriminada por representar obesidad mórbida, haber sentido la incomodidad de no poder andar en micro tranquila o caminar sin cansarse en la primera cuadra e incluso haber tenido los problemas a las piernas o musculares que cualquier obeso, pero llegó al canal (o a su casa), se sacó los rellenos y dejó de ser discriminada, estar incómoda o de sentir dolores. Si yo fuera obesa mórbida, me sentiría ofendida si alguien que no tiene mi problema se disfraza de mí, que tengo ese problema las 24 horas, los siete días de la semana. Diría: "Claro, ella se disfraza de mí, pero yo no puedo disfrazarme de ella". Injusto. Caricaturesco.


El caso de Camiroaga no es injusto, pero sí se podría haber caído en la caricatura. Si un hombre se viste de mujer, es porque se siente mujer, en cierta forma es una mujer en cuerpo de hombre. Para Florencia de la V, depilarse piernas, pecho y axila, maquillarse, usar tacos y medias es su vida diaria, no es una anécdota. Y para Arianda, hacer lo mismo es su trabajo, no es una "humorada". Estos dos personajes, ¿se vestirían de hombre para entrevistar a un heterosexual? No lo creo, no es "distinto", y eso es lo que me hace temer que sea una caricatura.


¿Qué opinas tú?
"Menos mal es sólo por unas horitas".
Fuente fotografías: LUN y Terra

martes, junio 05, 2007

Joven y con deudas

Cuando hice mi práctica profesional, estuve un mes yendo todos los días al barrio universitario de República con una sola misión: encontrar universitarios llenos de deudas para un reportaje. Con esa tarea me acercaba a grupos de estudiantes y les preguntaba si tenían problemas de ese tipo, me contaban un poco su historia, les tomaba los datos (no sin antes contarles de qué se trataba el cuento) y después yo hacía un informe para mi editora, quien calificaba los casos.
Fue una tarea súper ardua, porque o bien los jóvenes no querían hablar, o sus deudas eran muy bajas, o su historia era muy dramática. Además no había estudios al respecto, por lo que el reportaje se basaba totalmente en testimonios. Por eso, no dejó de sorprenderme la siguiente noticia:




El primer estudio respecto al endeudamiento juvenil fue realizado por el Injuv en conjunto con el Sernac e indicó que más de un millón de jóvenes entre15 y 29 años (uno de cada tres) está en esta situación. De ese número, el 54.06% son mujeres y el resto hombres, y las áreas de endeudamiento son Vivienda, Educación y Créditos en general (tarjetas o bancos).
Si este estudio hubiese existido cuando se preparaba este reportaje (invierno del 2004), mi editora no habría dejado fuera a casos súper buenos de jóvenes que se vieron complicados por una tarjeta otorgada fácilmente o por una enfermedad o para darle una casa a su familia. El caso del joven desinteresado que se gastó lo que no tenía en Mc Donald's o en viajar a Buenos Aires es lo excepcional.
Personalmente, saqué tarjeta en dos casas comerciales sin tener un sueldo que me respaldara. Pero nunca las usé si no tenía con qué pagar. Puede que los jóvenes sean impulsivos y a veces actúen irracionalmente, pero creo que en lo que se refiere a la plata pueden ser bastante responsables. Me parece injusto que se meta en el mismo saco al joven que tiene que tomar un crédito para seguir estudiando que el que se "encalilló" invitando hamburguesas a sus amigos y gastando lo que no tenía en bencina o celular.
Finalmente, el reportaje salió un año después de que yo lo pre-reporteara y, ¡oh, casualidad!, con los mismos casos que yo recogí, los que no eran tan terribles, pero sí dentro del promedio que reflejó este estudio: tenían deudas en promedio por aproximadamente 300 mil pesos.